La autoridad provincial, se sumó a las recomendaciones entregadas por Salud, debido a la crisis sanitaria que vive el país, e invitó a las comunidades indígenas a tener una celebración de Año Nuevo Mapuche íntima, reservada y familiar, sin perder la espiritualidad.

El We Tripantü es la fecha más importante para el pueblo mapuche, es una celebración de gratitud por todo lo entregado. Cada solsticio de invierno, entre el 21 y el 24 de junio, se vive una renovación espiritual, constituye un cambio de ciclo. En esta fecha, con la llegada de los días más largos, se renuevan las energías, los brotes y el renacimiento de la naturaleza.

En ese mismo sentido, la gobernadora de Cautín, Contanza Marchant invitó a la ciudadanía a cuidarse, a usar mascarilla en todo momento y a mantener el distanciamiento físico en esta celebración tan significativa para el pueblo mapuche.

“Nuestra principal preocupación es la salud y la vida de las personas. El coronavirus no se ha ido y todos podemos convertirnos en víctimas si no nos cuidamos, es por eso, que en este We Tripantü, en este Año Nuevo Mapuche, celebremos considerando todas las medidas sanitarias necesarias para protegernos del Covid-19, junto a nuestra familia más cercana, evitando aglomeraciones, para así prevenir y evitar nuevos focos de contagio. Por último, deseo que este renacer traiga vida y no pérdidas por no cuidarnos”.

Por su parte, el Kimche Juan Ñanculef pidió “hagan mucha rogativa y pídanle a los espíritus que sea un año positivo y se vaya la enfermedad”. Sumado a lo anterior, explicó la importancia del We Tripantu según la sabiduría ancestral mapuche.

Ñanculef detalló “comienza este nuevo ciclo, el ciclo del pukem, del invierno, donde las energías se renuevan, donde la savia de los árboles comienza a circular, pronto los días comienzan a crecer un tranco de gallo. Después de un mes, de una luna, se nota el día un poco más largo, de tal manera que el 24 de julio o el 24 de agosto, ya vamos a tener días mucho más largos. Así también, la energía crece, la sangre humana circula mejor y todas las plantas florecen”.

En tanto, Ruth Caniuñir, lagmien de Saavedra, sostuvo “quiero hacer un llamado a todos nuestros lagmienes de los distintos territorios de La Araucanía, para invitarlos a que esta instancia sea de reflexión donde podamos pedir a Chaw Dios que esta enfermedad pueda ser controlada. He visto de cerca que esta enfermedad afecta indiscriminadamente a nuestra población, es por eso que debemos cuidarnos para que prontamente todos podamos estar juntos”.